La Secretaría de Salud reportó un incremento de contagios de tos ferina en el país, al registrarse 288 casos en lo que va de este 2025.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico, la semana 9 de este año, que comprende del 23 de febrero al 1 de marzo, los registros muestran que se han acumulado un total de 288 casos en todo el país, con 136 hombres y 152 mujeres afectados.
La tendencia sugiere una posible alza en la incidencia de esta enfermedad respiratoria, que afecta especialmente a los menores de edad y puede provocar complicaciones graves, e incluso la muerte, en bebés y niños pequeños.
Pero... ¿cómo se previene esta enfermedad y como se atiende?
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el tratamiento de esta afección consiste en la administración de antibióticos y en muchas ocasiones es necesaria la administración de líquidos por vía intravenosa cuando los ataques de tos son severos.
Los bebés son los que tienen un mayor riesgo de muerte y complicaciones debido a que la respiración puede detenerse temporalmente durante los ataques de tos.
En nuestro país es posible prevenir esta enfermedad mediante la vacunación; la vacuna pentavalente acelular protege contra difteria, tétanos, tos ferina, poliomelitis e influenza tipo B.
Se administran 4 dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses. La vacuna DPT se aplica como refuerzo a los 4 años protegiendo contra difteria, tétanos y tos ferina.
¿CÓMO SE CONTAGIA?
Esta enfermedad se adquiere cuando se tiene contacto con secreciones de las vías respiratorias de una persona infectada; aproximadamente entre una y dos semanas después se presentan síntomas de un resfriado común como secreción nasal, fiebre y tos ocasional que poco a poco se vuelve más severa.
Esta tos es muy fuerte, genera dificultad para respirar después de un ataque de tos con un silbido característico.
Estos ataques de tos ocurren con mayor frecuencia durante la noche y dificultan actividades como comer o beber y pueden durar hasta 10 semanas.