Este lunes 21 de abril se dio a conocer el fallecimiento del Papa Francisco. Ante la noticia, resurge el recuerdo de uno de los momentos más inusuales y entrañables de su pontificado: cuando celebró un matrimonio en pleno vuelo, durante su visita a Chile en 2018.
En el último tramo de su gira por ese país, a bordo de un avión de la empresa LATAM con destino a Iquique, el Papa protagonizó un hecho sin precedentes.
Una pareja de tripulantes, Paula Podest y Carlos Ciuffardi, se acercó a él para pedirle una bendición para sus anillos de matrimonio civil. Francisco, fiel a su estilo cercano y espontáneo, les planteó algo inesperado: “¿Quieren que les case?”.
Conmovidos, los trabajadores aceptaron. “Con el fin de ’animar a otros matrimonios por lo civil a casarse por la iglesia’”, el Sumo Pontífice propuso formalizar su unión religiosa de inmediato. Así, con el presidente de LATAM, Ignacio Cueto, y el sacerdote chileno Felipe Herrera como testigos, la ceremonia se llevó a cabo a 10 mil metros de altura, haciendo historia.
La pareja había intentado casarse por la Iglesia en 2010, pero el fuerte terremoto que golpeó Chile ese año frustró sus planes. Desde entonces, habían formalizado su relación por lo civil y formado una familia con dos hijas, Rafaella e Isabella, de 6 y 3 años respectivamente.
Una vez aterrizados, la aerolínea compartió el momento en sus redes sociales: “Agradecemos al Papa Francisco por realizar por primera vez un matrimonio a bordo”. El video de los recién casados, emocionados, también fue difundido, con el mensaje: “El momento histórico que pudimos vivir dentro del avión nunca lo olvidarán los que estaban ahí”.
Carlos, de profesión periodista, dejó su carrera para trabajar en LATAM, donde conoció a Paula, quien era jefa de tripulación. Su historia de amor comenzó allí mismo, en los pasillos de la aerolínea, y culminó en uno de los altares más insólitos: una cabina de avión en pleno vuelo papal.
“El avión es nuestra casa. Voy con mi señora, vamos todos juntos. El Papa nos preguntó si había amor en nuestro matrimonio y si queríamos seguir juntos toda la vida y dijimos que sí”, recordó Carlos con emoción.
Durante la ceremonia, el Papa no perdió su característico humor. Al colocar los anillos, ofreció este consejo: “Que no estén muy apretadas porque torturan. Pero si están muy sueltas, se caen”.
Este fue el último vuelo de Francisco sobre territorio chileno antes de continuar su peregrinación hacia Perú. La historia de esta boda aérea no solo capturó titulares en todo el mundo, sino que quedó como un testimonio más del carisma y cercanía que definieron su papado.