Cansado de las pocas oportunidades laborales en el país, Alfredo Suárez, originario de Santiago Tianguistenco, Estado de México, viajó en 2001 a Estados Unidos.
En una maleta acomodó ropa, zapatos, fotografías y el sueño de darle una “mejor vida” a su familia.

Sin documentos que acreditaran una estancia legal en el país vecino del norte, Alfredo logró cruzar el Río Bravo y se trasladó a Santa Mónica, California, donde uno de sus amigos ya lo esperaba para darle techo y ‘acomodarlo’ como trabajador en una empresa local dedicada a servicios de jardinería y pintado de casas.
De inmediato puso manos a la obra y comenzó a cobrar en dólares por su trabajo; la mitad de lo que ganaba lo ocupaba para comida y estancia, y la otra mitad lo enviaba a México a su esposa Silvia, quien a su vez entregaba una parte a los padre de Alfredo, para su manutención y medicinas.
La historia de Alfredo se replica en al menos 37.7 millones de connacionales que radican en Estados Unidos, de acuerdo con estimaciones del 2024 del Gobierno de México.
Las remesas, es decir, el envío de dinero de migrantes mexicanos a sus familias en el país, ahora enfrentan una amenaza: la posibilidad de que el gobierno de Donald Trump aplique un impuesto “especial” de 5%.

El pasado martes, congresistas republicanos adelantaron que presentarán un proyecto de ley que permita aplicar un impuesto de 5% a las remesas de “inmigrantes ilegales”.
Esta medida forma parte de un paquete de disposiciones fiscales llamado el ‘Único, Grande y Hermoso Proyecto de El Ley’ (The One, Big, Beautiful Bill Delivers), que entre otros puntos, aumenta el gravamen a las donaciones a universidades “de élite y progresistas” y somete a las más grandes a la tasa de impuesto corporativo.
Ante este nuevo y complejo panorama, vale la pena preguntarse qué tan importante es la recepción de este dinero para México y para ello en Nación321 hacemos un recuento de las remesas recibidas durante la autodenominada Cuarta Transformación, es decir, durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
REMESAS POR AÑO
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), las remesas anuales los últimos seis años fueron las siguientes:
Como se puede apreciar en la tabla anterior, el flujo del envío de dinero de mexicanos radicados fuera del país ha ido en aumento -casi al doble- en los últimos seis años.
El envío de remesas ha sido bien visto por los gobiernos de la 4T. En agosto de 2024, a días de terminar su mandato, el expresidente López Obrador reconoció a los migrantes como “héroes, heroínas, por la hazaña que han llevado a cabo. Son la representación de nuestro país, de la grandeza de México, de cómo en circunstancias difíciles decidieron salir del país a buscarse la vida arriesgándolo todo.

“(Los migrantes) son únicos, ejemplares, no sólo por el apoyo económico, no sólo por lo material, sino porque no olvidan a sus familiares, no olvidan a sus pueblos, no olvidan a México, a su país. Eso es extraordinario”.
En esa línea, la presidenta Sheinbaum tampoco ha reparado en elogios para los connacionales que envían dinero a nuestro país:
“Los mexicanos y mexicanas somos tan fraternos que, estando lejos, nunca se olvidan de sus familias y buscan la manera de apoyarlas”, dijo en enero de 2025.
“Somos los más trabajadores. Allá hacen funcionar todo: el campo, la construcción, los servicios. Migraron porque son valientes y buscan un mejor destino para sus familias”, acotó.
RESPUESTA DE MÉXICO
La situación no cayó nada bien en el Gobierno de México, quien ya echó a andar mecanismos para notificar a su par estadounidense el rechazo rotundo a la posibilidad de que se apliquen nuevos impuestos a remesas.
En ese sentido, el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, informó sobre el envío de una carta a la Cámara de Representantes de Estados Unidos para argumentar cómo afectaría el doble impuesto a las remesas que envían los connacionales a sus familias en México.
“Se elaboró una carta dirigida el 13 de mayo para argumentar que la Presidenta nos indicó, que (los mexicanos) son personas que contribuyen en la economía americana, que el monto de las remesas representa el 80% de lo que generan nuestros paisanos, se hacer una argumentación de que esta iniciativa no tienen razón de ser y no estamos de acuerdo con ella", dijo el funcionario el pasado viernes durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional.
Por su parte, Edgar Amador Zamora, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), explicó que este gravamen implica un doble impuesto para los mexicanos radicados en Estados Unidos.
Además, indicó, la intención de los republicanos de aplicar este impuesto, incumple con el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá y sería una doble atribución, “implicaría una discriminación en términos fiscales”.
En tanto, la misma presidenta Claudia Sheinbaum, pidió a los legisladores republicanos reconsiderar su propuesta, pues afirmó que “dañaría la economía de ambas naciones. Y que además es contraria al espíritu de libertad económica que dice defender el gobierno de Estados Unidos”.

“Las remesas son el fruto del esfuerzo de quienes, a través de su trabajo honesto, fortalecen no solo la economía mexicana sino también la de Estados Unidos, por lo que consideramos esta medida arbitraria e injusta”, dijo la mandataria.
“Nuestro objetivo es que... no pasen los impuestos a las remesas”, pero si llega a aprobarse la iniciativa “nos vamos a movilizar”, adelantó la morenista.
Sin embargo, el Gobierno mexicano no es el único que considera que esta medida sería negativa, pues expertos en remesas, líderes locales y antiguos migrantes dicen que prohibir, limitar o agregar un impuesto a ciertas remesas podría dañar a las comunidades que dependen de ellas, resultar oneroso para los ciudadanos y empresas estadounidenses y, paradójicamente, terminar causando aún más migración ilegal a Estados Unidos.
El flujo de dinero, dicen, proporciona un importante sustento económico a los residentes de pueblos más pobres que a menudo tienen poco acceso a empleos o ingresos.

Las remesas brindan oportunidades a las personas en su país de origen, lo que hace menos probable que tomen el riesgo de migrar a Estados Unidos, acotan los expertos.
Manuel Orozco, director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo en el Diálogo Interamericano, señaló que cualquier medida para reducir las remesas tendrá un impacto negativo en el interés nacional de Estados Unidos y en el país de origen.
Con información del Banco de México y AP