Después de décadas ,o más bien, más de un siglo, de ver a trabajadores de pie durante toda su jornada laboral, este martes 17 de junio entra en vigor en México la conocida Ley Silla, una reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que busca garantizar el derecho al descanso de miles de empleados en sectores como el comercio y los servicios.
La normativa exige que los centros de trabajo proporcionen sillas con respaldo para que los empleados puedan reposar periódicamente durante su jornada, una medida tan simple como histórica.
UNA DEUDA CENTENARIA CON LOS TRABAJADORES
Chile fue pionero. En 1914, promulgó una ley que obligaba a las tiendas a tener sillas para sus empleados. España lo hizo dos años antes, en 1912, y Argentina en 1935. En Uruguay, desde 1918 ya existía este derecho laboral. México, en cambio, tardó más de 100 años en cerrar esta brecha.
Durante décadas, millones de trabajadores mexicanos: cajeros, guardias de seguridad, personal de tiendas y recepcionistas, han permanecido de pie por ocho o más horas seguidas.
Lumbalgia, várices, fascitis plantar, tendinitis e incluso enfermedades cardíacas son solo algunas de las consecuencias que la ciencia ha documentado por mantener posturas verticales prolongadas.
ASÍ COMENZÓ EL CAMBIO EN MÉXICO
La senadora Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano, fue quien impulsó esta iniciativa. Luego de participar en la legislación de las Vacaciones Dignas, regresó al Senado con otra propuesta centrada en la dignidad laboral: la Ley Silla.
“Lo que planteamos es que las empresas, principalmente comerciales y de servicios, den un trato digno a sus trabajadoras y trabajadores”, escribió la legisladora en redes sociales al presentar la reforma en septiembre de 2023.
Sin embargo, la propuesta se mantuvo congelada en el Congreso casi dos años hasta que finalmente, en diciembre de 2024, se aprobó y fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), comenzando así la cuenta regresiva de 180 días para su entrada en vigor.

¿QUÉ ESTABLECE EXACTAMENTE LA LEY SILLA?
El decreto reforma diversos artículos de la LFT. Uno de los más importantes es el artículo 132, fracción V, que ahora obliga a los empleadores a proporcionar sillas con respaldo a todo el personal del sector servicios, comercio y análogos.
Además, el artículo 133 prohíbe a los patrones obligar a las personas trabajadoras a estar de pie toda la jornada, así como negarles la posibilidad de sentarse.
Estas sillas deben estar ubicadas en áreas específicas del centro de trabajo y su uso deberá ser regulado por el reglamento interno de cada empresa. Aunque algunas actividades requieren estar de pie, la ley contempla descansos periódicos, lo cual deberá ser especificado por los empleadores.
SANCIONES Y PLAZOS PARA LAS EMPRESAS
A partir de este lunes, quienes incumplan con esta disposición podrán ser sancionados con multas que van de 250 a 2,500 Unidades de Medida y Actualización (UMA), lo que equivale a un máximo de 282 mil 850 pesos.
Además, las empresas tienen otros dos plazos importantes que comienzan a correr desde hoy:
- 30 días para que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) emita normas técnicas sobre los riesgos de estar de pie por largos periodos.
- 180 días para que las empresas adecuen sus reglamentos internos a esta nueva obligación.
En los últimos años, las reformas laborales han apuntado a una misma dirección: mejorar el bienestar del trabajador. Ya ocurrió con las Vacaciones Dignas y ahora con la Ley Silla. Pero el siguiente gran paso, quizás el más esperado, sigue estancado: la reforma que reduciría la jornada laboral a 40 horas semanales.
A pesar del impulso social y del apoyo de organizaciones laborales, en el Congreso la reforma ha avanzado con lentitud. Y aunque la presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho públicamente que se compromete con esta transformación, también ha dejado claro que el cambio no será inmediato. “Vamos a ir implementando paulatinamente la semana de 40 horas”, aseguró.
UNA LARGA HISTORIA DE PIE
Detrás de cada avance legal hay décadas de lucha. Desde los obreros que en 1886 exigieron jornadas de ocho horas en Chicago hasta los sindicatos que hoy alzan la voz por más descanso, la historia laboral está marcada por sacrificios, huelgas y conquistas.
La Ley Silla podía representar más que una silla: pues para los activistas es un símbolo de que el trabajo no debe significar sufrimiento físico ni deterioro de la salud.
Y aunque hoy los trabajadores ya no estén todo el día de pie, aún esperan, y luchan, por tener más tiempo para vivir.