Tras la comparecencia del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, el Senado de la República aprobó con 105 votos a favor, 16 en contra y una abstención, la Estrategia Nacional de Seguridad Pública 2024-2030.
La estrategia, que fue remitida al Ejecutivo federal, representa una guía para la planeación y ejecución de las políticas y acciones, enfocadas en su conjunto a prevenir, investigar y combatir los hechos delictivos y la impunidad.
Considera la necesidad de reforzar las instituciones encargadas de la seguridad pública en los tres órdenes de gobierno y la necesaria coordinación entre autoridades, con pleno respeto a la soberanía de los gobiernos locales y estricto apego a los derechos humanos.
En el dictamen se precisa que está construida bajo cuatro ejes que buscan garantizar la seguridad y la paz social en el país:
- La atención a las causas
- La consolidación de la Guardia Nacional
- El fortalecimiento de la inteligencia e investigación
- La coordinación absoluta en el Gabinete de Seguridad con las entidades federativas
Dichos ejes, se apunta, guiarán los planes, políticas, programas, estrategias y acciones enfocadas a disminuir la incidencia delictiva; neutralizar a los generadores de violencia y grupos delictivos; fortalecer la prevención y proximidad social de las policías locales para lograr un México con justicia, libre de violencia y de delincuencia.
Con ello, se fortalece la prevención y la investigación del delito, ya que, al incorporar el uso intensivo de las nuevas tecnologías en materia de investigación e inteligencia, se anticiparán las conductas delictivas y las cometidas por el crimen organizado.
Se destaca que, para la construcción de la paz no es suficiente la persecución del delito, pues es primordial atender sus causas, recuperar el espacio público y ampliar las oportunidades de desarrollo, educación y empleo digno para fortalecer la cohesión social.
La presidenta de la Comisión de Seguridad Pública, Jesús Lucía Trasviña, indicó que la estrategia integra nuevos esquemas y modelos de actuación que abonan a la construcción de una paz duradera en el país; pero, para ello, se requiere de la participación de todos los mexicanos, porque las autoridades de los tres órdenes de gobierno y sociedad son parte fundamental para lograr la paz y armonía del pueblo de México.
El senador del PAN, Francisco Javier Ramírez, señaló que la Estrategia Nacional de Seguridad “tiene muchas carencias” y es “un rosario de buenas intenciones, pero no de acciones”; sin embargo, precisó que su bancada la respalda para que las fuerzas de seguridad tengan las herramientas necesarias y enfrenten de manera contundente “a la violencia que impera en el país”.
Del PRI, el senador Miguel Ángel Riquelme indicó que la violencia ha rebasado la gobernabilidad del Estado mexicano y hay que reconocerlo.
“La Estrategia Nacional de Seguridad Pública que hoy presenta el Poder Ejecutivo es una repetición de los errores del pasado, pero con algunas diferencias, porque hoy todo está militarizado, sin controles judiciales y sin contrapesos”, agregó.
Por Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, reconoció que, a diferencia de propuestas anteriores, esta Estrategia Nacional de Seguridad tiene un enfoque más técnico, metodológico y estructurado, además de que cuenta con objetivos y líneas de acción; sin embargo, apuntó que no aborda exhaustivamente temas relevantes, como el de las personas desaparecidas o el fortalecimiento de las policías locales.