La violencia sacudió al municipio de Tekit, Yucatán, en la madrugada del martes 28 de enero, cuando un hombre fue linchado por habitantes del lugar tras ser señalado como el presunto feminicida de María Candelaria, una mujer de 59 años.
El gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, ‘Huacho’, se pronunció al respecto en redes sociales, expresando su solidaridad con la familia de la víctima y condenando el linchamiento. “Rechazamos cualquier acto de violencia que se oculte bajo la premisa de hacer justicia por propia mano”, escribió. Además, informó que ya se han iniciado investigaciones para deslindar responsabilidades.
Los acontecimientos comenzaron el lunes al mediodía, cuando el presunto agresor, conocido como ‘El Wero’, ingresó a la vivienda de María y la atacó brutalmente con un palo de madera, propinándole múltiples golpes en la cabeza. A pesar de la gravedad de sus heridas, la mujer logró ser trasladada a un hospital, donde finalmente falleció.
Un video captado por un testigo muestra el momento en que el agresor sale de la casa tras cometer el crimen. En la grabación se escuchan los desesperados gritos de auxilio de una mujer mientras familiares de la víctima intentan detener al agresor sin éxito.
La noticia del fallecimiento de María se propagó rápidamente por Tekit, lo que llevó a un grupo de pobladores a buscar a ‘El Wero’ en su domicilio. Aunque la policía logró arrestarlo y asegurarlo en una zona de monte, la multitud enfurecida lo sacó de la patrulla, lo golpeó brutalmente y finalmente le prendió fuego ante la mirada de las autoridades, que no pudieron intervenir.
Los habitantes de Tekit argumentaron que no era la primera vez que ‘El Wero’ cometía delitos sin consecuencias. Aseguran que en 2022 ya había asesinado a una persona en un centro de rehabilitación, pero fue declarado inimputable debido a presuntos problemas de salud mental. También denunciaron que sus agresiones contra la comunidad eran constantes.
Leticia Canché, madre de Ismael ‘N’, lamentó lo ocurrido y aseguró que su hijo debía responder ante la justicia, pero no de una manera tan cruel. Relató que, tras cometer el crimen, él se escondió en el techo de su casa mientras los pobladores llegaban exigiendo que lo entregara.
Según su testimonio, intentó persuadirlo para que se entregara a las autoridades, lo que finalmente ocurrió. Sin embargo, minutos después, la multitud rodeó el lugar y, cegada por la indignación, lo linchó.