El presidente municipal de Celaya, Juan Miguel Ramírez Sánchez, admitió que, siendo alcalde electo, se reunió con integrantes de un grupo criminal que le exigieron “dinero, posiciones en el gabinete, etcétera”.
El morenista, quien sustituyó a Gisela Gaytán, la candidata de Morena asesinada en su primer día de campaña, confirmó que la organización delincuencial solicitó puestos en su administración.
Ramírez Sánchez describió el encuentro: “Nos pidieron lo que piden, ¿verdad?: Dinero, posiciones en el gabinete, etcétera”, y ahí pues yo discutía con ellos, les decía que no". Reconoció que solo pudieron abandonar el lugar cuando la persona que lo llevó solicitó una nueva reunión para otro momento.
El funcionario reveló que recientemente mantuvo contacto telefónico con otro representante del mismo grupo. Dijo que durante la llamada le afirmaron que “los únicos que me pueden ayudar serán ellos, etcétera, y cosas de ese tipo”. Aseguró que no recibió amenazas directas durante esta comunicación.
La situación de seguridad ha llevado al alcalde a considerar sacar a su familia de Celaya. Confirmó que su hija renunció a un cargo en el municipio de Tarimoro por incidentes relacionados con la inseguridad. Ramírez Sánchez también reveló que ha enfrentado amedrentamientos, incluida una ocasión en que le dejaron balas en su domicilio.
El munícipe afirmó: “Yo nunca he tenido acuerdos, no los tendré”, pero especificó que “no vine ni a combatirlo, ni a enfrentarlo, pero tampoco a dejar que la ciudadanía no tenga protección”. Reiteró que combatir al crimen organizado “le pertenece al gobierno estatal y al gobierno federal”.
