Claudia Sheinbaum Pardo cumple este 1 de octubre su primer año como presidenta de México.

Heredera política de Andrés Manuel López Obrador, asumió el poder con una lista de encargos concretos que su antecesor le pidió continuar: desde el rescate de los cuerpos de los mineros en Pasta de Conchos, hasta la conclusión del Tren Maya y la federalización del sistema de salud.
Doce meses después del cambio de gobierno, los avances son palpables, pero los pendientes transexenales marcan la agenda de su administración.
Su gobierno no arrancó de cero: Sheinbaum recibió un país con obras en marcha, programas sociales consolidados y una narrativa de transformación que ella misma ayudó a construir desde la capital. Ya van casi 12 meses del “segundo piso” del proyecto que inició AMLO.
Sin embargo, también heredó conflictos abiertos, rezagos históricos y presiones políticas internas y externas. A un año de distancia, la primera Presidenta de México se encuentra en un punto de balance entre mantener viva la 4T como la concibió AMLO e imprimirle un sello propio que responda a los retos de una nueva etapa.
PASTA DE CONCHOS Y AHMSA: LA DEUDA CON COAHUILA
Uno de los compromisos más simbólicos que López Obrador dejó abiertos fue el rescate de los mineros atrapados en Pasta de Conchos, desde febrero de 2006. Sheinbaum ha insistido en que su gobierno “no saldrá de ahí hasta encontrar al último trabajador”.
El Mando Unificado reportó en agosto la recuperación de 23 restos, de los cuales 21 ya fueron identificados y entregados a sus familias.
En paralelo, la presidenta se volcó sobre otro conflicto emblemático de Coahuila: la quiebra de Altos Hornos de México (AHMSA).
En septiembre aseguró que su gobierno garantizaría que los trabajadores sean la prioridad en el proceso judicial y prometió “recuperar la siderúrgica juntos”, en referencia a los más de 14 mil empleos en riesgo.
IMSS-BIENESTAR, ENTRE RESISTENCIAS Y AVANCES
AMLO pidió a Sheinbaum ampliar la federalización de los servicios de salud a través del IMSS-Bienestar.
En este rubro, la presidenta logró sumar a Yucatán a este plan —a partir de 2026—, con lo que serían 24 los estados integrados al esquema.
Sin embargo, persiste la negativa de varias entidades gobernadas por la oposición, como Guanajuato, Jalisco y Querétaro, que aún no desahogan la adhesión a este planteamiento.
La mandataria también enfrentó cuestionamientos por presuntas fallas en el abasto de medicamentos, un tema que se arrastra desde la administración anterior.
En su mañanera del 30 de septiembre, aseguró que el suministro es mayor al de años anteriores y advirtió sanciones a proveedores que incumplan.
TREN MAYA: DEL SURESTE A CENTROAMÉRICA
Otro de los megaproyectos emblemáticos de la 4T fue heredado directamente a Sheinbaum.
El Tren Maya no solo continúa en operación, sino que la Presidenta ya lo proyecta más allá de las fronteras mexicanas.
En agosto anunció, junto a los mandatarios de Guatemala y Belice, una ampliación internacional de la ruta, que busca convertir al tren en un eje de desarrollo regional.
Hasta ahora, más de un millón y medio de personas han utilizado el servicio, según datos del gobierno federal. Pero aún quedan pendientes los hoteles asociados al proyecto y la apertura de museos en sitios arqueológicos clave.
VIVIENDA: EL NUEVO SELLO DEL GOBIERNO
Si López Obrador reconoció que no pudo concretar un programa nacional de vivienda, Sheinbaum lo retomó como una de sus principales banderas.
Y es que la morenista ha prometido construir más de un millón de casas en el sexenio, con una meta inmediata de 186 mil nuevas viviendas en 2025. También ofreció entregar un millón de escrituras, lo que, según su gabinete, generará casi dos millones de empleos.
SEGURIDAD: CONTINUIDAD CON AJUSTES
En el terreno de la seguridad, Sheinbaum ha rechazado la idea de que 'rompió’ con la estrategia de “abrazos no balazos” de AMLO.
Frente a señalamientos de que su gobierno endureció el combate al crimen organizado, sostuvo que se trata de un “fortalecimiento” de áreas específicas y no de un viraje en el modelo.
Aun así, los operativos contra cárteles y el énfasis en acciones conjuntas con el Ejército han sido interpretados como un sello propio.
Sheinbaum insiste en que se trata de consolidar la Guardia Nacional bajo la dirección de la Secretaría de la Defensa, uno de los deseos inconclusos de López Obrador.
BALANCE: ENTRE CONTINUIDAD Y SELLO PROPIO
Al cumplir su primer año, Sheinbaum podría mostrar un balance entre la continuidad de la agenda obradorista y la incorporación de proyectos propios.
Pasta de Conchos, AHMSA, el abasto de medicamentos y la federalización del sistema de salud se han mantenido como pruebas clave de su gobierno.
Pero, al mismo tiempo, la vivienda, la proyección internacional del Tren Maya y una estrategia de seguridad con matices más duros comienzan a delinear su propio sello presidencial.