Luego de algunas semanas de diálogo, los gobiernos de México y Estados Unidos lograron un acuerdo para la gestión de los recursos hídricos en la cuenca del Río Bravo.
De acuerdo con el gobierno de México, a través de la SRE, se llegó a un acuerdo para fortalecer la gestión del agua en la cuenca del Río Bravo, en el marco del Tratado de Aguas de 1944.
La SRE indicó que “no ha incurrido en violación alguna a sus disposiciones. En un periodo marcado por una sequía extraordinaria y sin precedentes que ha afectado a usuarios de ambos países, México ha realizado entregas adicionales, siempre dentro del marco del Tratado, la disponibilidad hidrológica y de los limites operativos y de infraestructura de la región, sin afectar el agua para consumo humano y producción agrícola en la frontera”.
Detalló que “las acciones emprendidas durante el último año muestran que México cumple conforme a la disponibilidad real del recurso, sin afectar el derecho humano al agua y la producción de alimentos, y continuará haciéndolo dentro del marco del Tratado y la cooperación binacional”.
Agregó que “en las últimas semanas, ambos países han trabajado de manera intensa y coordinada para definir una ruta técnica que fortalezca la gestión del ciclo actual y permita atender el déficit del ciclo anterior, como establece el Artículo 4 del Tratado, con pleno respeto a los mecanismos binacionales y a la soberanía de cada país”.
En ese sentido, el Gobierno de México reiteró su disposición a colaborar de manera constructiva con el Gobierno de los Estados Unidos sin afectar los intereses de su pueblo y la nación, para asegurar una implementación mutuamente beneficiosa conforme a las estipulaciones del Tratado, reconociendo que se trata de un desafío compartido que exige coordinación estrecha y cooperación sostenida“.



