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¿Punto de quiebre? Así se han tensado las relaciones comerciales entre EU y China

ArancelesLa tensión comercial entre EU y China ha subido de tono, al punto en que Trump busca imponer un gravámen del 104% y los asiáticos lucharán "hasta el final"

En los últimos años, las tensiones entre Estados Unidos y China han escalado por el comercio, la tecnología y la competencia geopolítica.

La confrontación comercial entre dos de los países más poderosos del planeta vive uno de los momentos más álgidos, con un vaivén continuo entre los gobiernos de Donald Trump, en EU y su par chino Xi Jinping.

Aranceles

Pero... ¿porqué estos dos gigantes comerciales se encuentran en un agresivo intercambio de aranceles?


En Nación321 hacemos un breve recuento de cómo es que la situación entre ambos gobiernos ha escalado al punto en que el EU amenaza con imponer un arancel superior al 100% a China, en caso de que Xi Jinping no desista en su idea de responder a manera de ‘espejo’ a los gravámenes de Trump.

ESCALADA DE HOSTILIDADES

El pasado 20 de enero, el republicano Donald Trump regresó, luego de cuatro años, a la Casa Blanca. Una de las banderas que ondeó para llegar al poder fue la de imponer una agenda comercial que pondría a Estados Unidos a la cabeza del planeta en el plano económico.

No habían pasado ni 24 horas de haber llegado al poder, cuando Trump ya amenazaba al ‘gigante asiático’ con un 10% de aranceles por considerar que China enviaba fentanilo a su país.


En su primera conferencia desde la Casa Blanca indicó que la medida sería en respuesta al fentanilo que llega a territorio estadounidense desde el país asiático.

“Estamos hablando de un arancel del 10% basado en el hecho de que están enviando fentanilo a México y Canadá”, dijo.

En ese entonces también amenazó con imponer aranceles a México, Canadá y la Unión Europea por temas de seguridad y por lo que acusó de un “desequilibrio comercial que ha afectado los intereses de Estados Unidos por mucho tiempo”.

No pasó mucho tiempo para que Estados Unidos diera el “primer golpe” y el 31 de enero Karoline Leavite, secretaria de prensa de la Casa Blanca, confirmó que por órdenes del Trump, el 1 de febrero se impondrían los aranceles que se habían anunciado a otras naciones.

Aranceles (Omar Martínez Noyola)

“El presidente implementará aranceles del 25% a México, aranceles del 25% a Canadá y un arancel del 10% a China por el fentanilo ilegal que han obtenido y permitido distribuir en nuestro país y que ha matado a decenas de millones de estadounidenses”, dijo la funcionaria estadounidense.

Beijing no tardó en responder e impuso un arancel del 15% a productos de carbón y gas natural licuado, así como uno del 10% al petróleo crudo, la maquinaria agrícola y los automóviles de gran cilindrada importados de Estados Unidos.

Además de los aranceles, China anunció controles de exportación sobre varios elementos críticos para la fabricación de productos modernos de alta tecnología.

La medida se centró en metales como el tungsteno, telurio, bismuto, molibdeno e indio, muchos de los cuales están catalogados como minerales críticos por el Servicio Geológico estadounidense, lo que significa que son esenciales para la seguridad económica o nacional de Estados Unidos y tienen cadenas de suministro vulnerables a interrupciones.

Aranceles (Fotografía Cortesía)

Los controles de exportación se sumaron a los que Beijing impuso en diciembre sobre elementos clave como el galio, utilizado en la industria manufacturera.

Por su parte, la Administración Estatal de Regulación del Mercado china dijo que estaba investigando a Google por la presunta violación de las leyes antimonopolio.

La administración de Trump reaccionó al embate desde Asia y a principios de marzo elevó a 20% los aranceles a China, en una clara escalada de lo que muchos analistas ya nombraban como “guerra comercial”.

China, en tanto, no se quedó de ‘brazos cruzados’ y autoridades se dijeron listas para entrar en un enfrentamiento arancelario.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país dijo que “Estados Unidos debería dejar de ver las relaciones entre China y EU con una mentalidad anticuada de Guerra Fría”.

“Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos dispuestos a luchar hasta el final”, dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China en su cuenta de X.

A su vez, el Ministerio llamó a Estados Unidos a no intentar “contener o perseguir a China”, menos si lo hace “en nombre de la competencia estratégica“.

Y los chinos pasaron del discurso a la acción: anunciaron la aplicación de aranceles adicionales de hasta el 15% a importaciones de los principales productos agrícolas estadounidenses como el pollo, el cerdo o la soja, a partir del 10 de marzo.

La confrontación no quedaría ahí y en el llamado ‘Día de la Liberación’, el pasado 2 de abril, el mandatario estadounidense desató una cascada de aranceles que lo mismo aplicaban para la Unión Europea que para la Isla Heard y McDonald, habitada únicamente por pingüinos.

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China no se salvó del ‘tsunami’ de gravámenes, pues Trump le impuso un 34% de impuestos extra a los productos chinos, que se añadieron a los del 20% que ya existían desde el comienzo de 2025, llevando así el total de gravámenes a 54%.

La noticia no cayó nada bien a los oídos de Xi Jinping y la respuesta fue un 34% de nuevos aranceles a Estados Unidos, aplicables a partir del 10 de abril.

La situación ha llegado a un punto tal en el que Trump amenazó con imponer un arancel adicional del 50% a China... si Pekín no retira, antes del 8 de abril, los impuestos a los productos estadounidenses.

Sin embargo, si se cumple la reciente amenaza de Trump de imponer aranceles adicionales a China del 50%, las tarifas para el ‘gigante asiático’ se elevarían hasta el escandaloso 104%.

Apenas pasaron unas horas del anuncio de Trump y China amagó este lunes (martes, hora local) con “tomar contramedidas decisivas para salvaguardar sus propios derechos e intereses” en respuesta a la amenaza de EU de imponer un arancel adicional del 50% sobre las importaciones chinas.

El Ministerio de Comercio señaló en un comunicado que la imposición de “los llamados ‘aranceles recíprocos’” por parte de Estados Unidos a China es “completamente infundada y es una práctica típica de intimidación unilateral”.

En ese sentido, China ordenó aranceles de represalia y la dependencia dejó entrever que podrían venir más.

“La amenaza de Estados Unidos de escalar los aranceles sobre China es una serie de errores y expone una vez más la naturaleza chantajista de Estados Unidos. China nunca aceptará esto”, detalló el comunicado.

Finalmente destacó que “si Estados Unidos insiste en su propio camino, China luchará hasta el final”.

COMERCIO ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA

Y a todo esto... ¿cómo es el intercambio comercial entre Estados Unidos y China?

En 2023, Estados Unidos exportó 154 mil millones de dólares (mmdd) a China. Los principales productos que mandó al país asiático fueron soja (15.2 mmdd), petróleo crudo (10.7 mmdd), y gas petróleo (10.3 mmdd), según el Observatorio de Complejidad Económica.

Durante los últimos cinco años las exportaciones de Estados Unidos a China han tenido un incremento a una tasa anualizada de 2.3%, desde 137 mmdd en 2018 a $154mmdd en 2023.

En contraparte, en 2023, China exportó 436mmdd a Estados Unidos. Los principales productos que envió a EU fueron equipo de transmisión (54.5mmdd), ordenadores (37.9mmdd), y piezas de máquina de oficina (14.3mmdd).

De acuerdo con el Observatorio de Complejidad Económica, tan solo en enero del 2025 Estados Unidos exportó 9.9 (mmdd) e importó 41.6 mmdd desde China, resultando en un balance comercial negativo de 31.7 mmdd.

DE LA HOSTILIDAD A LA ALIANZA

En respuesta a la creciente presión comercial impuesta por Trump, China, Japón y Corea del Sur acordaron recientemente fortalecer su cooperación económica y agilizar las negociaciones para un acuerdo trilateral de libre comercio en beneficio de la región.

La decisión se tomó durante una reunión de alto nivel celebrada el domingo 30 de marzo -antes de los últimos aranceles que impuso Trump al resto del mundo- la primera en cinco años entre los ministros de comercio de los tres países.

En el encuentro participaron el ministro de Industria surcoreano, Ahn Duk-geun; el ministro de Comercio japonés, Yoji Muto; y su homólogo chino, Wang Wentao.

La intención del acuerdo es que Japón y Corea del Sur importen materias primas de semiconductores de China, en respuesta, los chinos estarían en condiciones de adquirir chips de sus nuevos aliados comerciales.

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Las tres partes acordaron reforzar la cooperación en la cadena de suministro y entablar un mayor diálogo sobre el control de las exportaciones.

El tema cobra más relevancia debido a que tanto Pekín, como Seúl y Tokio son importantes socios comerciales de Estados Unidos, por lo que una visible unión comercial -pese a sus múltiples diferencias por razones territoriales- supondría una reducción importante en el flujo comercial con el gobierno de Trump.

El funcionario chino Wang Liping afirmó que los tres países representan el 20% de la población mundial, el 24% de la economía global y el 19% del comercio mundial de mercancías, por lo que su unión representaría un golpe a la economía estadounidense.

Las discusiones en el plano económico incluirían la prohibición de China a las importaciones de productos del mar japonés, en vigor desde agosto de 2023, tras el vertido al mar de aguas residuales radiactivas procedentes de la planta nuclear de Fukushima Daiichi.

Japón y Corea del Sur —ambos aliados de Estados Unidos— han mejorado rápidamente sus relaciones, ya que comparten preocupaciones mutuas sobre la creciente amenaza que representa China en la región.

Tokio y Beijing acordaron en diciembre mejorar sus lazos a pesar de sus diferencias, incluyendo las disputas por un grupo de islas deshabitadas que ambos reclaman, así como las disputas territoriales de China con otros países en el mar de China Meridional, por lo que todo apunta a que el saneamiento de sus relaciones abren la puerta a un intercambio regional que meta presión a Washington.

Con información de AP y Bloomberg

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