Washington. La Casa Blanca colgó este viernes un retrato del presidente Donald Trump que representa el momento después de un intento de asesinato en su contra perpetrado en julio del año pasado, y el cual reemplaza el retrato oficial de uno de sus predecesores, Barack Obama.
Colgar un nuevo retrato presidencial sin previo aviso es inusual, y que Trump se coloque en ese espacio podría ser considerado como otra ruptura con las normas.
Por tradición, los retratos de los dos ex presidentes más recientes se exhiben en el vestíbulo, y Trump se encuentra en la posición única de ser también un expresidente.
El retrato de Obama se exhibió en el vestíbulo del Piso Estatal, cerca de la escalera a la residencia del presidente, después de que se revelara en 2022.
La Casa Blanca dijo que todavía está en el vestíbulo, pero ha sido movido a la pared opuesta, donde solía estar un retrato del expresidente George W. Bush.
Los planes son mover el retrato de Bush más cerca del de su padre, el expresidente George H.W. Bush, que está en la escalera que lleva hacia la residencia.
La Casa Blanca anunció el inesperado cambio en una publicación en su cuenta oficial en la red social X con una fotografía de la nueva pintura acompañada por la frase: “Algo de arte nuevo en la Casa Blanca” y un par de emojis de ojos.
La pintura captura las secuelas de un intento de asesinato contra Trump durante un mitin en julio del año pasado en Butler, Pensilvania. Trump fue herido en la oreja y levantó su puño hacia el cielo mientras decía: “¡Lucha, lucha, lucha!”.
