El Papa Francisco agradece al personal médico del hospital Gemelli en su primera audiencia pública tras su hospitalización
El papa Francisco retomó su actividad pública con una audiencia especial en el Vaticano, donde recibió a 70 integrantes del personal médico del hospital Gemelli de Roma, centro en el que permaneció internado durante 38 días a causa de una doble neumonía que puso en riesgo su vida.
El encuentro se celebró en un anexo de la sala Pablo VI, espacio que habitualmente acoge las audiencias generales de los miércoles, actualmente suspendidas desde su ingreso hospitalario a finales de febrero.
En el acto, el pontífice expresó su gratitud a quienes lo atendieron durante su recuperación. “¡Gracias por sus servicios en el hospital, de muy buena calidad, sigan así!”, dijo con voz aún debilitada, reflejo de su convalecencia y de las sesiones de rehabilitación respiratoria que realiza a diario.
La reunión, que se prolongó por unos veinte minutos, fue también la primera audiencia grupal del papa desde su regreso al Vaticano el pasado 23 de marzo. Francisco, de 88 años, fue recibido con aplausos y permaneció en silla de ruedas durante el encuentro. Saludó personalmente a cada uno de los presentes y dedicó unas palabras especiales a la rectora de la Universidad Católica, Elena Beccalli: “Gracias a usted, tan fuerte. ¡Cuando mandan las mujeres, las cosas van bien!”
Durante el acto, el presidente del Consejo de Administración de la Fundación Gemelli, Daniele Franco, tomó la palabra y expresó su deseo de que el papa vuelva al hospital, pero esta vez como visitante: “Estaríamos muy contentos si usted regresara al Gemelli, pero no como paciente, sino para visitar a nuestros enfermos, especialmente a aquellos que están en peores condiciones”.
A pesar de las recomendaciones médicas de guardar reposo durante dos meses sin contacto con grupos ni actividades públicas, Francisco ha protagonizado en los últimos días varias apariciones inesperadas.
La más reciente tuvo lugar el pasado Domingo de Ramos, cuando saludó a los fieles en la Plaza de San Pedro sin necesidad de oxígeno, lo que generó cierto alivio en medio de la incertidumbre sobre su participación en los ritos de Semana Santa.
Por ahora, su presencia en dichas celebraciones continúa siendo incierta. Ha delegado en varios cardenales las misas del Jueves y Viernes Santo, así como el Vía Crucis del Coliseo, la Vigilia del Sábado Santo y la misa de Pascua.
No obstante, su estado de salud sigue evolucionando favorablemente, tanto en lo respiratorio como en su movilidad y tono de voz. Como dijo el propio pontífice al cierre de la audiencia: “Rezo por ustedes. Por favor, háganlo por mí”.
