En medio de una creciente tensión internacional y mientras Israel mantiene una ofensiva militar que ha sido duramente criticada por sus ataques constantes contra la población civil palestina, se reveló que el expresidente estadounidense Donald Trump detuvo un ataque planeado por Israel contra instalaciones nucleares en Irán, optando en cambio por abrir negociaciones diplomáticas.
Según The New York Times, Israel había solicitado apoyo de Washington para lanzar un bombardeo en mayo de 2024 sobre las instalaciones nucleares iraníes. Aunque el plan fue considerado durante meses por funcionarios estadounidenses, Trump decidió no respaldar la operación. “Netanyahu tenía miedo y lo detuvo”, escribió el líder opositor israelí Yair Lapid en la red X, en referencia a la falta de acción.
El presidente Trump, quien desde su investidura había intensificado la presión sobre Irán con sanciones y amenazas militares, sorprendió al anunciar negociaciones con Teherán.
“La doctrina de Netanyahu es: amenazar, amenazar, amenazar, y luego dejar claro que quería hacerlo pero se lo impidieron”, afirmó el exprimer ministro Naftali Bennett, sugiriendo que la filtración sobre el ataque frustrado vino del propio Netanyahu.
Este cambio de rumbo se produjo después de una reunión en la Casa Blanca entre Trump y Netanyahu, donde se informó al líder israelí que EU no respaldaría un ataque militar, favoreciendo una salida diplomática. La noticia llegó tras una primera ronda de conversaciones entre el enviado estadounidense Steve Witkoff y el canciller iraní Abás Araqchi en Omán, con una segunda reunión programada en Roma.
El plan israelí incluía una ofensiva aérea masiva y un asalto de comandos contra instalaciones nucleares subterráneas iraníes. Los preparativos militares avanzaban: seis bombarderos B-2 fueron trasladados a Diego García, en el Océano Índico, y se consideraba reforzar la presencia aérea estadounidense en Oriente Medio.
A pesar de ello, una nueva evaluación de inteligencia advirtió que la acumulación de armamento podría “potencialmente desencadenar un conflicto más amplio con Irán que Estados Unidos no quería”.
Israel, por su parte, ha sido señalado por líderes internacionales y organizaciones humanitarias por sus constantes ataques a civiles en la Franja de Gaza. En paralelo a sus planes contra Irán, ha intensificado sus ofensivas en territorio palestino, con bombardeos que han causado miles de víctimas y destruido infraestructura crítica como hospitales, escuelas y centros de refugio. Los llamados a un alto al fuego han sido ignorados mientras se mantiene la narrativa de “autodefensa” frente a amenazas externas.
Aunque Irán niega que su programa nuclear tenga fines militares, el Organismo Internacional de Energía Atómica expresó “grave preocupación” por los 274,8 kilos de uranio enriquecido al 60% que posee el país, cuando el umbral para fabricar un arma nuclear es del 90%.