Internacional

Humo negro protagoniza la mañana del segundo día de votaciones en el Cónclave del Vaticano

Segundo día de votaciones.Humo negro sale de la chimenea instalada en la Capilla Sixtina durante el cónclave para elegir un nuevo papa, en el Vaticano, el 8 de mayo de 2025
(AP)

CIUDAD DEL VATICANO.— Los cardenales seguían sin encontrar sucesor para el Papa Francisco el jueves por la mañana, lo que provocó una fumata negra en la chimenea de la Capilla Sixtina después de que dos nuevas rondas de votación en el Cónclave se saldaron sin resultados concluyentes.

Dado que nadie ha obtenido aún la mayoría de dos tercios necesaria, u 89 votos, el mundo tendrá que esperar más tiempo para un nuevo líder de la Iglesia católica. Los 133 cardenales tomaron un descanso para almorzar antes de regresar a la Capilla Sixtina para la sesión de votación vespertina del jueves, donde podrían realizarse hasta dos votaciones más.

A pesar de la decepción, seguía habiendo esperanzas de que se eligiese un nuevo Papa rápido, tal vez incluso en la cuarta o quinta votación del jueves por la tarde.


Espero que esta noche, al regresar a Roma, encuentre humo blanco”, dijo Giovanni Battista Re, decano del Colegio de Cardenales, que presidió la misa previa al inicio del cónclave. Re, de 91 años, no participa en la votación, que está limitada a los prelados menores de 80.

Durante una visita a Pompeya, Re se mostró confiado en que los 133 cardenales elegirían “al Papa que la Iglesia y el mundo necesitan hoy”, según fue citado por la prensa italiana.


LA VISTA PUESTA EN LA CHIMENEA

Para el público, el ritmo de la votación está dictado en muchos sentidos por las cámaras de televisión del Vaticano: se sabe que la fumata está cerca cuando las cámaras vuelven a enfocar fijamente la delgada chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina. El humo blanco indicaría que hay un ganador, y el negro significa falta de consenso.

El jueves, grandes grupos de escolares se unieron a la multitud que esperaba resultados en la Plaza de San Pedro. Se mezclaron con fieles que participaban en peregrinaciones con motivo del Año Santo que estaban planificadas desde antes de la muerte de Francisco, y con periodistas llegados a Roma desde todo el mundo para cubrir la elección.

La espera es maravillosa”, dijo Priscilla Parlante, residente en Roma.

Esperamos el humo blanco esta noche”, señaló Pedro Deget, un estudiante de economía de 22 años Argentina. Según contó, él y su familia visitaron Roma durante el pontificado del jesuita argentino y esperaban un nuevo Papa a imagen y semajanza de Francisco.

“Francisco hizo bien en abrir la Iglesia al mundo exterior, pero en otros frentes tal vez no hizo lo suficiente. Veremos si el próximo podrá hacer más”, apuntó Deget desde la plaza.

Jan Dominik Bogataj, un fraile franciscano esloveno, fue más crítico con el difunto pontífice. Afirmó que si estuviera en la Capilla Sixtina, votaría por el cardenal Pierbattista Pizzaballa, el patriarca latino de Jerusalén, que aparece en muchas listas de “papables”.

Tiene ideas claras y no mucha ideología. Es un hombre directo, inteligente y respetuoso”, dijo Bogataj. “Sobre todo, es ágil”.

LARGA ESPERA EN LA PRIMERA VOTACIÓN

El miércoles por la noche, la fumata negra de la primera votación salió por la chimenea de la capilla poco después de las 9 de la noche, unas cuatro horas y media después de la entrada de los cardenales en la capilla. Eso desató las especulaciones acerca de los motivos por los que los 133 prelados electores tardaron tanto en emitir y contaran sus votos.

“Probablemente necesiten más tiempo”, dijo Costanza Ranaldi, una mujer de 63 años que viajó al Vaticano desde Pescara, en la región italiana de Abruzzo.

Algunos de los cardenales habían dicho que esperaban un Cónclave breve. Pero si la historia reciente sirve como guía, probablemente se necesitarán algunas rondas de votación para decidir quién será el 267mo pontífice.

Durante gran parte del siglo pasado, en los cónclaves se han necesitado entre tres y 14 votaciones. Juan Pablo I, quien estuvo al frente de la Iglesia católica durante 33 días en 1978, fue elegido en la cuarta votación. Su sucesor, Juan Pablo II, necesitó ocho. Francisco fue elegido en la quinta en 2013.

contenido relacionado