Las calles de Teherán están vacías, los negocios cerrados y las comunicaciones —cuando las hay— son intermitentes. Esta ciudad carece de refugios antiaéreos auténticos y abiertos al público, las masas aterradas pasan noches sin descanso en el suelo de las estaciones del metro, mientras los bombardeos retumban desde el cielo tenido de rojo.

Esta es la imagen actual de capital de Irán, a poco menos de una semana del feroz bombardeo israelí que tiene como objetivo destruir el programa nuclear y la capacidad militar del país.
Miles de personas han huido y pasan horas varadas en el tráfico mientras tratan de dirigirse a los suburbios, el mar Caspio o incluso a Armenia o Turquía. Pero otros —los ancianos y enfermos— están atrapados en altos edificios de apartamentos, en una fotografía de terror desatada desde el escritorio de Benjamin Netanyahu.
Ante esta situación vale la pena preguntarse ¿quién es Irán?, una duda que en Nación321 respondemos para entender más sobre la situación política, geográfica, económica y militar de esta nación ubicada al sur de Asia.
GEOGRAFÍA Y POBLACIÓN
República Islámica de Irán, nombre oficial de Irán, ocupa el lugar 18 a nivel mundial en territorio, con una extensión de 1 millón 648 mil 195 kilómetros cuadrados, donde habitan alrededor de 100 millones de personas que tienen el farsi o persa como idioma oficial, aunque también hablan kurdo y el turco azerí.
Irán, cuya capital es Teherán, ocupa gran parte de Oriente Próximo y se establece en lo que antiguamente se conocía como Persia, cuya cultura e historia se remontan al año 550 A.C.

Este país está ubicado sobre una meseta, donde convergen dos grandes desiertos: Kavir y Lut; la extensión y diversidad orográfica de Irán hacen que cuente con una importante biodiversidad .
Su clima es predominantemente subtropical, que lo identifica como seco y cálido, donde apenas hay lluvias torrenciales en una etapa breve del año y, dependiendo de la estación, las temperaturas oscilan entre los 15 y 38 grados.
RELIGIÓN Y ORGANIZACIÓN POLÍTICA:
Los iraníes tienen en la religión su principal fuente de organización política y social.
Practicantes del Islam, los iraníes han configurado una república islamista teocrática, esto significa que tiene elementos de una república, orientada en la ley islámica, por lo que la religión en esta parte del mundo no sólo se presenta como una orientación de fe, sino como una auténtica forma de vida.
Pero vayamos más allá en la organización política: Irán es un Estado encabezado por la figura de Presidente de la República, quien es acompañado por Ministerios y un poder Legislativo.

A la figura del presidente se le conoce constitucionalmente como “la máxima autoridad oficial del país”, y actualmente este cargo lo encabeza cardiólogo Masoud Pezeshkian, quien fue elegido en julio de 2024.
Entre sus funciones tiene la gestión cotidiana del gobierno, que por sí mismo le otorga una importante influencia en los asuntos de política interior y algunos asuntos diplomáticos al exterior.
Sin embargo, su rol es meramente simbólico cuando se trata de temas de defensa nacional y seguridad, pues hay un ‘poder’ supremo por encima de él.
Hablamos del líder supremo, cuya figura es considerada como la autoridad institucional más relevante del país, según su propia constitución.
Hoy en día esta figura descansa en la persona del ayatolá Alí Jamenei, de 85 años, quien es el jefe de Estado, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y la única persona con capacidad constitucional de “declarar la guerra, la paz y movilizar a los efectivos”.

Jamenei, quien en los últimos meses ha tenido problemas de salud que preocupan a las autoridades del país, también tiene control absoluto sobre la Policía Nacional y la criticada Policía de la Moral, que se encarga estrictamente del cumplimiento cabal de la ley islámica como el uso del hijab (velo para las mujeres).
El líder supremo también controla el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y cuenta con la facultad de modificar a su gusto al Consejo de Guardianes, quienes se encargan de dirigir los poderes del Estado, al actuar como un tribunal constitucional y como filtro de las candidaturas a las elecciones parlamentarias y presidenciales... pero por si esto no fuera suficiente, Jamenei tiene la posibilidad de cesar al Presidente cuando lo considere necesario.
Básicamente es la figura más relevante de la estructura social y política del país y de cuya boca sale “la última palabra” cuando de decisiones importantes se trata, por lo que sobre su espalda descansa la responsabilidad de conducir a la república y, en adelante, la posibilidad de una escalada bélica con Israel y sus socios como Estados Unidos.
Es importante mencionar que el 96% de la población es musulmana chií, con minoría de suníes, kurdos y baluchis (ramificaciones del Islam), así como una población cristiana ortodoxa y hasta católicos, ambos grupos religiosos son ínfimamente minoritarios pero cuentan con representación en el Parlamento.
MONEDA Y ECONOMÍA:
La moneda oficial del país es el Rial iraní, y de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), es un país en desarrollo debido a un bajo rendimiento económico.
Además, Irán está incluido en la lista de “Estados canalla” de Estados Unidos, cuyos integrantes han destacado por ser naciones peligrosas para el dinamismo de la comunidad internacional y establecimiento de relaciones internacionales.
Se trata de países que desafían el status quo a partir de violaciones sistemáticas a las normas internacionales relacionadas con los Derechos Humanos fundamentales; tales como la lucha por no la discriminación de género, hacia grupos minoritarios, comunidades étnicas, entre otros.
Su economía esta principalmente respaldada por la exportación de petroquímicos (gas natural, gas licuado, materias poliméricas, metanol, urea, gases petroleros, compuestos aromáticos y de gas y otros productos petroquímicos) y productos base del petróleo (bitumen, aceites petroleros y aceites derivados de materiales minerales bituminosos.
Además es un país que le apuesta mucho a la minería, lo que convierte a este sector en el segundo de mayor importancia para la economía local, mientras que la industria textil se posiciona como la tercera en importancia.
PROGRAMA NUCLEAR:
El programa nuclear de Irán es el punto clave para entender la situación bélica que este país sostiene con Israel.
Y es que el gobierno de Benjamin Netanyahu justifica sus ataques a Irán al afirmar que el programa nuclear de este país está orientado a culminar la creación de una bomba atómica, lo que considera una amenaza real para israelíes, sobre todo ante las reiteradas amenazas iraníes de destruir a Israel.
Sin embargo, Irán ha insistido en que su programa nuclear sólo tiene fines civiles, aunque gran parte del planeta piensa, quizá por influencia de Estados Unidos, que en realidad de trata de un fin militar.

El programa de Irán data de la década de los 50, cuando el entonces gobierno prooccidental comenzó un plan nuclear civil, con el visto bueno de Estados Unidos.
Sin embargo, a finales de los 70, con el cambio de poder a un gobierno fundamentalista y principalmente antioccidental preocupó a la comunidad internacional al circular la versión de que lo que comenzó como un plan civil se orientara a un fin bélico.
La diferencia entre un programa nuclear civil y uno militar es que el primero busca la construcción de plantas para la generación de energía eléctrica, mientras que el segundo va por el desarrollo de armamento nuclear extremadamente peligroso.
La preocupación incrementó en 2002, cuando se descubrió una importante concentración secreta de uranio (utilizado como combustible en reactores nucleares para la generación de energía y también en la fabricación de armas nucleares), en la planta de Natanz, que generó sanciones internacionales contra los iraníes.
Para 2015, el país logró un acuerdo nuclear internacional conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), que incluyó la limitación de la actividad nuclear a cambio de flexibilizar las múltiples sanciones que le llovieron.
Sin embargo, en 2018, en la primera gestión de Trump, Estados Unidos se retiró del tratado y eso llevó a Irán a incumplimiento de estrictos controles nucleares, entre ellos el de no superar el límite de uranio almacenado.
A su regreso a la Casa Blanca, Trump tenía como prioridad abordar el programa nuclear de Irán con la intención de reducirlo, sin embargo, Israel se ‘adelantó’ a las pláticas previstas en Omán, y desató una tensión global que tiene al mundo alerta.
Con información de AP y de la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores Unión Europea y Cooperación