Greta Thunberg, activista sueca de 22 años, reconocida por desafiar a los líderes mundiales a tomar medidas urgentes contra el cambio climático, volvió a acaparar la atención internacional tras una polémica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La joven fue deportada desde Israel luego de participar en la Global Sumud Flotilla junto a más de 135 personas, que buscaban llevar ayuda a Gaza.
“Podría hablar durante mucho tiempo sobre los malos tratos y abusos que sufrimos durante nuestro encarcelamiento, pero esa no es la historia”, afirmó Thunberg al afirmar que el verdadero problema es el genocidio en Gaza.
Donald Trump se pronunció desde la Casa Blanca calificándola como “solo una alborotadora” y asegurando que “tiene problemas para controlar su ira. Creo que debería ir al médico”.
Greta Thunberg respondió con ironía a través de su cuenta de Instagram: “He oído que Donald Trump ha vuelto a expresar sus halagadoras opiniones sobre mi carácter, y agradezco su preocupación por mi salud mental”.
La joven agregó: “A Trump: Agradecería cualquier recomendación que pudiera darme para tratar estos supuestos ‘problemas de control de la ira’, ya que, a juzgar por su impresionante historial, parece que usted también los padece”.
La activista, que en otras ocasiones ha contestado a críticas de Trump, reafirma con estos comentarios su estilo directo y su compromiso con causas ambientales y humanitarias, manteniéndose como una de las voces jóvenes más influyentes en la escena internacional.