El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo que no requiere el permiso del Congreso para ordenar un eventual ataque terrestre en territorio venezolano contra cárteles del narcotráfico, en un contexto de creciente tensión entre Washington y Caracas.
Desde el Despacho Oval, el mandatario respondió a cuestionamientos sobre la obligación de informar al Poder Legislativo previo a una acción militar y afirmó: “No me importaría decirselo. No es para tanto. No tengo por que decírselo. Eso está probado, pero no me importaría en absoluto. Solo espero que no lo filtren. Son políticos y realizan filtraciones como si tuviesen un colador”.
Las declaraciones se dieron después de que legisladores demócratas de la Cámara de Representantes presentaran dos resoluciones relacionadas, en medio del endurecimiento de la política estadounidense hacia Venezuela. En este escenario, la administración de Trump declaró como “organización terrorista” al Gobierno venezolano y ordenó el bloqueo de toda su flota petrolera.
De acuerdo con la Resolución de Poderes de Guerra de 1973, el presidente debe consultar al Congreso “en todos los casos posibles” antes de involucrar a las Fuerzas Armadas en hostilidades, salvo que exista una declaración formal de guerra u otra autorización legislativa.
En paralelo, el Congreso aprobó el presupuesto anual de Defensa, que incluye una disposición para que el Pentágono comparta con los legisladores imágenes de los ataques contra presuntas narcolanchas en aguas del Caribe. El paquete también limita el presupuesto de viajes del secretario de Defensa, Pete Hegseth, hasta que las comisiones de Servicios Armados de la Cámara de Representantes y del Senado reciban las imágenes sin editar de dichos operativos.
Con información de Europa Press.
