La excandidata presidencial, Xóchitl Gálvez Ruiz, aseguró que la presidenta Claudia Sheinbaum concluye su primer año de gobierno en medio de escándalos de compañeros de Morena y que, aunque ha habido algunos cambios en su forma de gobernar, sigue el camino que dejó su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
A través de un video publicado en sus redes sociales, Gálvez Ruiz indicó que a 12 meses de administración, la Presidenta carga con una serie de acusaciones en contra de algunos de sus correligionarios.
“Que la austeridad, que las vacaciones de lujo, que la compra de casas, que los vínculos con líderes criminales, el huachicol fiscal, los depósitos de empresas contratistas, pero sobre todo, las riquezas inexplicables”, dijo.
Aseguró que las investigaciones sobre “huachicol fiscal” aceleraron un ambiente de descomposición, pues el conocimiento del exsecretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, sobre estos actos ilícitos ha sido un golpe brutal para su gobierno y la marca Morena, ya que ha tenido un alcance tan extenso que ha involucrado a varios integrantes de ese movimiento.
“Aunado a ello, arreciaron los cuestionamientos en contra del senador tabasqueño, Adán Augusto López. No terminaba de deslindarse del líder del cártel ‘La Barredora’, Hernán Bermúdez, cuando se hicieron públicos pagos millonarios de parte de una empresa fantasma y de otra empresa que recibió contratos del gobierno de Tabasco cuando él era gobernador”, agregó.
Xóchitl Gálvez señaló que en medio de estos escándalos, a la mandataria nacional se le ve enojada desde la tribuna de Palacio Nacional y se incomoda porque los medios no dan cobertura, como le gustaría, a logros de gobierno de la 4T.
“De alguna manera es entendible la frustración. A un año de distancia, la presidenta no puede presumir, como le gustaría, algunos cambios o logros en su administración. No puede presumir su nueva estrategia de seguridad porque eso significa reconocer que la administración de su querido antecesor se cruzó de brazos para combatir el crimen organizado”, detalló.
Aunque se dijo optimista de que mejoren las condiciones del país en los próximos años, Gálvez dijo tener presente que López Obrador sentó las bases para destruir un sistema político, incluidas las instituciones democráticas, mientras la presidenta Sheinbaum se encarga de construir un nuevo régimen que responda solo a los intereses de su movimiento.